Cateterismo vesical

El cateterismo o sondaje vesical es un procedimiento invasivo frecuente en los ingresos hospitalarios, puesto que se realiza en un 10-15% de estos.

Es la causa más frecuente de infección urinaria nosocomial (IAAS) y prolonga la estancia en el hospital. Entre el 30 y el 45% de las infecciones nosocomiales tienen su origen en un foco urinario y, de estas, un 80% están asociadas al sondaje vesical, puesto que aunque se realice correctamente y con técnica estéril, favorece la entrada de gérmenes en el tracto urinario.

 

 

Los mecanismos de contagio más comunes son la contaminación en el momento del sondaje, ya sea por microorganismos de la región perineal o por contaminación de las soluciones antisépticas, instrumental, etc., y la higiene deficiente y/o incorrecta de las manos del personal sanitario al efectuar el sondaje o al manipular la sonda, puesto que ambos facilitan la migración retrógrada de microorganismos por la luz de la sonda.

La duración del sondaje urinario es también un factor importante que determina la probabilidad de adquirir una infección urinaria: a los 10 días, cerca del 50% de los pacientes sondados pueden presentar bacteriuria y a los 28 días aparece prácticamente en el 100% de los casos.

Infección urinaria

La infección urinaria que se produce en pacientes hospitalizados es mas grave que la ambulatoria por dos razones básicas:

  • El paciente ingresado tiene una patología previa que puede haber deprimido sus mecanismos inmunológicos.
  • Los agentes causales son gérmenes hospitalarios más resistentes a los antibióticos. La mayoría de estas infecciones suelen remitir al retirar la sonda o bien con tratamiento antibiótico de corta duración.

Definición

El cateterismo vesical es la colocación aséptica de una sonda en la vejiga urinaria a través del meato uretral. Una sonda es un tubo de látex o de silicona cuya consistencia depende de su composición.

Las sondas vesicales tienen uno o varios orificios en la parte distal. Pueden tener 1, 2 ó 3 vías distintas.

Las sondas de una vía suelen ser rígidas y se utilizan para sondajes intermitentes. Las sondas de 2 vías se usan para sondajes permanentes y la segunda vía sirve para hinchar el balón con agua bidestilada para fijarla.

La primera vía lleva una guía para facilitar la introducción. En niños prematuros y lactantes pequeños se puede retirar la guía antes de sondar para minimizar el riesgo de provocar una falsa vía. En las sondas de tres vías, la tercera vía se utiliza para irrigar la vejiga de forma continua.

 

Objetivos del sondaje vesical

Los objetivos del sondaje permanente son:

  • Control de diuresis.
  • Cicatrización de las vías urinarias tras la cirugía.
  • Prevención de la tensión en heridas pélvicas y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
  • Proporción de una vía de drenaje o de lavado continuo de la vejiga.

Los objetivos del sondaje temporal son:

  • Vaciado de la vejiga en caso de retención de orina.
  • Obtención de una muestra de orina estéril.
  • Determinación de la cantidad de orina residual después de una micción.

Según el tiempo de permanencia del sondaje

Las sondas utilizadas para el vaciado por sondaje intermitente son diferentes a las utilizadas en el sondaje permanente.

El sondaje intermitente es el principal tratamiento de la incontinencia causada por daño medular o daño de los nervios que controlan la micción, y que producen incontinencia con mal vaciado de la vejiga.

Consiste en la introducción de un catéter o sonda en la vejiga, a través de la uretra, para vaciarla de orina. La frecuencia del sondaje dependerá del volumen de orina diario y de la capacidad de la vejiga (3-4 sondajes diarios).

Sondaje permanente, en el que la sonda es mantenida en su lugar por un balón que se hincha con aire o agua al colocarla. Está indicado en casos de intervención quirúrgica, para controlar la diuresis, o cuando es necesario mantener una vía de drenaje o de lavado continuo de la vejiga. Una sonda permanente debe cambiarse cada 15-20 días, aunque las sondas de silicona pueden mantenerse por mayor tiempo.

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Características del sondaje permanente

• A pocos centímetros de la punta posee un balón de autorretención que se infla desde una válvula situada al otro extremo del catéter.

• El embudo bien se puede taponar o conectar a una bolsa colectora.

• Pueden ser de dos o tres luces.

La de dos con vía para evacuar orina y otra para inflar balón de anclajes, y la de tres luces dispone  de las dos luces anteriores y otra para introducir o sacar liquido de la vejiga, muy utilizado estas últimas para los lavados vesicales continuos.

 

Cuidados de Enfermería

  • Lavarse las manos antes y después de manipular la sonda y/o la bolsa colectora.
  • Usar EPP correcto.
  • Lavar de manera diaria la zona de inserción de la sonda con agua y jabón, secarla posteriormente.
  • Cada día mover suavemente la sonda en sentido rotatorio, con el fin de evitar adherencias.
  • Asegurar la asepsia cada vez que se realice el cambio de bolsa o cada vez que ésta se vacíe.
  • No se deben tocar los extremos de la bolsa con el suelo.
  • Cambiar o vaciar la bolsa antes de que esté completamente llena. Con el fin de evitar el reflujo de la orina, se vigilará que el tubo y la bolsa colectora no sobrepasen el nivel de la vejiga.
  • Evitar tirones que puedan provocar traumatismos o desconexiones accidentales del sistema.
  • Evitar que se formen acodaduras.
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Paula Rojas Hormazábal

Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.