¿Qué son las palpitaciones?
Las palpitaciones son la percepción de nuestros propios latidos cardíacos, acompañada generalmente de malestar y la impresión de que dichos latidos son irregulares.
En la mayoría de los casos, las palpitaciones son un síntoma benigno y de corta duración que se resuelve por sí solo. No obstante, si las palpitaciones son frecuentes o prolongadas, esto podría ser indicativo de una enfermedad cardíaca o un efecto secundario de algún medicamento.
Cuando estamos en reposo, nuestro corazón late entre 60 y 100 veces por minuto. Esto equivale, en promedio, a 4.800 latidos por hora y 115.200 latidos al día.
Salvo cuando hacemos ejercicio, no es común sentir nuestros latidos cardíacos. De hecho, la mayoría de las veces no somos conscientes de que tenemos un órgano bombeando sangre sin cesar en nuestro pecho.
Las palpitaciones, entonces, implican una conciencia anormal de los latidos del corazón en reposo. Los pacientes suelen quejarse de que sienten el corazón acelerado, los latidos en la garganta o incluso la sensación de que el corazón podría salirse del pecho. Estas percepciones pueden estar acompañadas de malestar, fatiga ante pequeños esfuerzos, dificultad para respirar y, a veces, dolor en el pecho. Si las palpitaciones son causadas por una arritmia, podrían incluso producirse desmayos y caídas.
Como se mencionó anteriormente, la frecuencia cardíaca normal oscila entre 60 y 100 latidos por minuto (lpm). Si el corazón late a más de 100 lpm, lo llamamos taquicardia. Si está por debajo de los 60 lpm, lo llamamos bradicardia. Las palpitaciones suelen estar relacionadas con episodios de taquicardia.
Las taquicardias se clasifican en taquicardias sinusales y taquiarritmias. A continuación, describiremos brevemente cómo funciona la actividad eléctrica del corazón para comprender mejor estos dos tipos de taquicardia.
¿Qué son la taquicardia sinusal y la taquiarritmia?
La fuente eléctrica del corazón, llamada nodo sinoauricular (también conocido como nodo sinusal o nódulo sinusal), se encuentra en el ápice de la aurícula derecha, en la parte superior del corazón.
El nodo sinusal funciona como un marcapasos natural y produce descargas eléctricas a intervalos regulares que inducen la contracción de los músculos cardíacos. Todo latido cardíaco normal se origina a partir de un impulso eléctrico generado en este nodo; por ello, al ritmo cardíaco normal se le denomina ritmo sinusal.
Esta corriente eléctrica sigue un camino específico, primero hacia ambas aurículas y luego hacia los ventrículos. Los impulsos eléctricos se generan a una frecuencia promedio de 80 por minuto, con un rango entre 60 y 100 lpm.
El nodo sinusal transmite su actividad eléctrica al nodo auriculoventricular (nodo AV) y, posteriormente, a todo el músculo cardíaco a través del haz de His y las fibras de Purkinje.
Cuando la frecuencia cardíaca aumenta debido a la aceleración de estos impulsos generados en el nodo sinusal, nos encontramos ante una taquicardia sinusal. Esta situación ocurre, por ejemplo, durante el ejercicio físico o tras recibir un susto. La taquicardia sinusal es una respuesta normal y esperada del corazón ante un incremento en la demanda de sangre y oxígeno por parte de los tejidos.
En cambio, cuando los impulsos eléctricos provienen de otras áreas del corazón y no del nodo sinusal, se consideran anormales y caracterizan una arritmia cardíaca. Si estos impulsos anormales se transmiten con alta frecuencia a los ventrículos, causando una aceleración en los latidos cardíacos, se produce una taquiarritmia, es decir, una taquicardia originada por una arritmia. Las taquiarritmias pueden alcanzar hasta 200 latidos por minuto.
En la siguiente ilustración, podemos ver un ritmo sinusal y un tipo de arritmia cardíaca (en este caso una fibrilación auricular), en la que varios puntos diferentes de la aurícula generan impulsos eléctricos al mismo tiempo.
Los conceptos son los siguientes:
- Taquicardia: corazón con frecuencia acelerada (superior a 100 lpm).
- Bradicardia: corazón con frecuencia reducida (inferior a 60 lpm).
- Ritmo sinusal: latido cardíaco normal. El corazón en ritmo sinusal puede estar rápido (taquicardia sinusal) o ralentizado (bradicardia sinusal).
- Arritmia: ritmo cardíaco anómalo, no generado por el nodo sinusal. Existen taquiarritmias, bradiarritmias o incluso arritmias con frecuencia normal (entre 60 y 100 lpm).
Causas
Al enfrentarse a un cuadro de palpitaciones, lo primero que se debe hacer es tratar de determinar si se trata de una arritmia o simplemente de una taquicardia sinusal.
Taquicardias sinusales
Entre las causas comunes de palpitaciones provocadas por taquicardias sinusales, podemos mencionar:
- Trastornos psiquiátricos, como el trastorno de pánico, trastornos de ansiedad y depresión.
- Anemia severa.
- Fiebre alta.
- Deshidratación.
- Actividad física.
- Estrés emocional.
- Embarazo (principalmente en el tercer trimestre).
- Consumo exagerado de cafeína.
- Cocaína.
- Anfetaminas.
- Hipertiroidismo.
- Hipoglucemia (disminución en los niveles de azúcar en la sangre).
- Nicotina.
Algunas de las causas mencionadas anteriormente también pueden generar arritmias, además de la taquicardia sinusal.
Arritmias
Entre las principales causas de arritmias cardíacas se pueden mencionar:
- Enfermedades del corazón: condiciones como enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca, cardiomiopatías, enfermedades de las válvulas cardíacas e infarto de miocardio.
- Problemas eléctricos en el corazón: defectos congénitos o anormalidades en el sistema de conducción eléctrica del corazón.
- Desequilibrio electrolítico: niveles anormales de electrolitos como potasio, magnesio y calcio en la sangre pueden afectar el ritmo cardíaco.
- Trastornos endocrinos: enfermedades como hipotiroidismo o hipertiroidismo pueden alterar el funcionamiento del corazón y provocar arritmias.
- Uso de sustancias: el consumo excesivo de alcohol, cafeína, nicotina o drogas ilegales puede provocar arritmias.
- Medicamentos: algunos fármacos, como ciertos antiarrítmicos, diuréticos, antidepresivos o descongestionantes nasales, pueden causar arritmias como efecto secundario.
- Estrés y ansiedad: situaciones de estrés o emocionalmente intensas pueden llevar a arritmias temporales en algunas personas.
- Apnea del sueño: la interrupción temporal de la respiración durante el sueño puede causar cambios en la presión arterial y en el ritmo cardíaco (lee: Apnea del sueño: qué es, síntomas y tratamiento).
Cómo saber si tiene una arritmia
El diagnóstico de las arritmias puede realizarse a través de un examen físico o mediante un electrocardiograma (ECG).
Si experimenta palpitaciones, es importante que coloque el dedo en tu pulso y evalúe dos aspectos:
- Ritmo cardíaco
El corazón normalmente late de manera regular, con intervalos de tiempo iguales entre los latidos. Si notas un ritmo irregular, es probable que se trate de una arritmia cardíaca. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las arritmias se manifiestan con un ritmo cardíaco irregular.
- Frecuencia cardíaca
Frecuencias mayores a 150 latidos en reposo y en ausencia de fiebre son casi siempre indicativas de arritmias, incluso si hay un ritmo cardíaco regular. En personas mayores, frecuencias superiores a 130 latidos por minuto ya sugieren arritmias.
Existen varios tipos de arritmias, pero las más comunes son la fibrilación auricular y la taquicardia supraventricular. La primera es más frecuente en personas mayores y la segunda en jóvenes.
La distinción entre taquicardia sinusal y taquiarritmias se realiza a través del electrocardiograma. El gran desafío es que muchas de las palpitaciones son intermitentes y, en el momento del ECG, pueden no estar presentes.
Una opción es el Holter, un dispositivo que registra el ECG durante 24 horas. De esta manera, se pueden detectar arritmias que se manifiesten en ese período. Aun así, existe el riesgo de no haber episodios de arritmias durante el período del examen, lo que dificulta establecer un diagnóstico.
El electrocardiograma también ayuda a identificar el tipo de arritmia, ya que cada una presenta un trazado electrocardiográfico diferente.
La importancia de determinar la causa de las palpitaciones radica en que, aunque este síntoma sea benigno en la mayoría de los casos, existen algunas alteraciones cardíacas que pueden provocar arritmias graves con riesgo de muerte.
Hay cuatro factores en la historia clínica de los pacientes que indican una arritmia cardíaca:
- Ser hombre.
- Descripción del paciente de latidos irregulares.
- Antecedentes de enfermedad cardíaca, como insuficiencia cardíaca o infarto.
- Duración de la palpitación mayor a 5 minutos.
Si tiene palpitaciones, pero no presenta ninguno de los factores mencionados, la probabilidad de que sus síntomas tengan origen en problemas cardíacos es muy baja. Si presenta los 4 factores, es casi seguro que tenga alguna arritmia cardíaca.
Es importante destacar que incluso aquellos que tienen palpitaciones debido a arritmias cardíacas presentan un pronóstico favorable en la mayoría de los casos. Las palpitaciones causadas por arritmias malignas son poco frecuentes, pero como son muy graves, siempre deben ser investigadas,
Tratamiento
El tratamiento de las palpitaciones varía según la causa subyacente. Por ejemplo, si la palpitación es resultado de una taquicardia sinusal originada por anemia, basta con corregir dicha condición. Si se debe a fiebre, las palpitaciones desaparecerán cuando la temperatura corporal vuelva a la normalidad. En casos de taquicardia relacionada con trastornos de ansiedad, el tratamiento con ansiolíticos suele ser efectivo.
En situaciones de arritmias cardíacas, especialmente en pacientes sin antecedentes de enfermedad cardíaca, el tratamiento puede consistir en la ablación (destrucción mediante cauterización) del foco eléctrico anormal. En otras circunstancias, se pueden utilizar medicamentos para controlar la frecuencia cardíaca, como la amiodarona y los betabloqueantes, entre otros.
En casos de taquiarritmias graves que pueden provocar un paro cardíaco, denominadas arritmias malignas, podría ser necesario implantar quirúrgicamente un desfibrilador. Este dispositivo detecta dichas arritmias y, de manera inmediata, aplica una descarga eléctrica en el corazón, restableciendo el ritmo cardíaco normal y evitando el paro cardíaco.

Paula Rojas Hormazábal
Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.