El estrés térmico, la hipotermia y la congelación son los principales riesgos que amenazan a los trabajadores que desempeñan sus puestos de trabajo en el exterior.
El frío y la humedad constituyen agentes que amenazan la salud y la seguridad de los trabajadores, y deben ser tratados como cualquier otro agente causante de riesgo. Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas se advierte de la necesidad de usar los equipos adecuados para estar protegidos durante los meses de invierno.
El estrés térmico, la hipotermia y la congelación son los principales riesgos que amenazan a los trabajadores que desempeñan sus puestos de trabajo en el exterior; sus principales síntomas son escalofríos, cansancio, pérdida de la coordinación y estado de confusión, cólicos, afecciones respiratorias, alergia al frío, entre otras.
Las bajas temperaturas son un factor de riesgo para un gran número de colectivos, como el de la obra pública y la construcción, el sector agrícola y el sector alimentario, que realizan la mayor parte de su trabajo en el exterior.
Ante la inminente llegada del invierno y las olas de frío, se recuerda que el trabajo en condiciones gélidas es importante para la salud de los trabajadores, lo que conviene estar preparados y llevar los equipos de protección individual (EPP) adecuados. En el ámbito laboral, la exposición al frío y a la lluvia puede ser evaluado como riesgo, ya que tiene una incidencia clara sobre la salud y seguridad de los trabajadores.
Trabajando protegidos del frío Los ambientes fríos, donde las temperaturas están bajo los 10ºC, son un riesgo para nuestro organismo, ya que si la temperatura corporal desciende de los 36°C comienzan a presentarse síntomas como dolor en las extremidades o tiritones severos que afectan nuestra movilidad.
Si no se supervisan las condiciones ambientales y de salud de los trabajadores, existe el peligro de llegar a un enfriamiento general del cuerpo. Esta situación puede agravarse, provocando problemas de presión, estado de semi-inconsciencia e incluso el cese de la actividad cerebral y cardíaca.
Frente a esta situación, el Ministerio de Salud promulgó en 1999 el Decreto Supremo Nº 594, norma que establece un periodo determinado de exposición a las bajas temperaturas y, también, los protocolos de protección para los trabajadores, a través de la entrega de vestimenta adecuada.
De acuerdo al DS Nº 594, quienes trabajan expuestos al frío tienen un límite diario de tiempos de exposición, los que van en directa relación con la temperatura del ambiente. A menos temperatura, menor es el tiempo permitido.
Estos periodos se inician en una jornada normal y llegan hasta los 5 minutos. Además, se establece que las personas que estén expuestas al frío deben contar con una vestimenta apropiada, que permita controlar y regular la pérdida de calor corporal.
En Chile, este decreto obliga a las empresas a proveer prendas de ropa con determinada tecnología y aislación térmica dependiendo de las condiciones ambientales a las que estén expuestos los trabajadores.
Para escoger la vestimenta del trabajador, se debe considerar la actividad que realiza cada persona, ya que aquellos que realizan una mayor actividad física suelen elevar fácilmente la temperatura corporal y requieren de prendas de vestir distintas a las de quienes realizan un trabajo con menos movimiento.
La hipotermia es el descenso involuntario de la temperatura corporal inferior a 35°C por exposición al frío.

Signos y síntomas
- Piel fría, pálida, seca.
- Temblor incontrolable.
- Cianosis o coloración azulada de la piel.
- Cambios en el comportamiento de la persona (confusión, desorientación, irritación).
- Rigidez en brazos y piernas.
- Alteraciones de la conciencia.
- Caminar de forma inestable y torpe.
- Bradipnea, respiración lenta.
- Bradicardia, pulso débil y lento.
- Temperatura corporal inferior a 35°C.

Riesgos
Problemas de presión, estado de semi-inconciencia e incluso el cese de la actividad cerebral y cardíaca.Consecuencias de la exposición al frío en el lugar de trabajo
Entre las secuelas que puede dejar la exposición prolongada al frío, una de las más comunes es la aparición o agravamiento de problemas respiratorios debido a la inhalación de aire frío y seco. Otro problema es el dolor en las extremidades, debido al enfriamiento generalizado del cuerpo o una parte específica de la piel.
Primeros Auxilios en el lugar de trabajo

- Conserve la calma y asegure el entorno, aplicando PAS.
- Valore nivel de conciencia de la víctima.
- Llame al número de emergencia lo antes posible o pida que alguien más lo haga.
- Observe si la persona respira. Si no respira o su respiración es ineficaz (boqueos, escaso movimiento torácico), inicie maniobras de reanimación cardiopulmonar.
- Retire a la víctima a un ambiente seco y caliente.
- Si tiene ropas mojadas o muy frías, cámbielas por secas y calientes.
- Tape la cabeza de la víctima con un gorro o toalla. Tape con mantas, primero el tórax y luego piernas y brazos.
- Tome la temperatura.
- Mueva a la víctima con cuidado, pues los movimientos bruscos pueden desencadenar problemas cardíacos.
- Intente el calentamiento externo, sumergiéndola en agua tibia, acercándola a una fuente de calor, pero siempre de forma gradual.
- Si está consciente y orientada, administre líquidos calientes con azúcar.
- Si la respiración es muy débil y el pulso no palpable, esté preparado por si fuese necesario iniciar una Reanimación cardiopulmonar.
- Asegure su reposo en una posición recogida de brazos y piernas.
- Reevalúe de manera continúa el estado general de la víctima y esté atento a los cambios en el nivel de conciencia y respiración.

Congelación
- Activar el protocolo (PAS: proteger, avisar y socorrer).
- Llevar a la víctima a un lugar cálido.
- Quitarle cualquier prenda ajustada y la ropa húmeda, secar a la víctima y abrigarla.
- Dar de beber a la víctima bebidas calientes y suaves (sin cafeína o alcohol), siempre y cuando no esté perdiendo el conocimiento.
- Poner gasas secas y limpias en las áreas congeladas, separando entre sí los dedos de las manos o de los pies afectados.
- Mover las áreas descongeladas lo menos posible.
- Evacuar cuanto antes a un centro médico para tratamiento definitivo.
- No descongelar un área si no puede mantenerla descongelada ya que la recongelación puede provocar daños aún mayores a los tejidos.
- No usar calor directo (calefacción, fogatas, secadores, etc.) ya que puede quemar los tejidos.
- No friccionar ni masajear el área afectada.
- No reventar las ampollas de la piel congelada.
Medidas preventivas
Las personas de alto riesgo de hipotermia deben conocer las medidas de prevención:
- Empleo de varias capas de ropa adecuadas para el frío.
- Protección de las partes del cuerpo expuestas mediante gorros o sombreros, guantes, etc.
- Cambiar rápidamente las prendas mojadas.
- Alojamientos adecuados evitando salir al exterior en situaciones de frío extremo, vientos fuertes y helados.
- Comer de forma abundante.
- Evitar el alcohol y el tabaco porque interfieren con la circulación de la sangre.
- Si se viaja en auto por zonas frías, llevar preparadas ropas de abrigo, el depósito de combustible lleno y teléfono móvil.
- Facilidad de acceso a los servicios de rescate.
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