La insuficiencia cardíaca es una condición que surge cuando los músculos del corazón no son capaces de bombear la sangre de forma efectiva. De manera simple, podemos decir que el paciente con insuficiencia cardíaca es un paciente con el corazón débil.

La insuficiencia cardíaca puede surgir de forma rápida, como en los casos de infarto agudo de miocardio con necrosis extensa del músculo cardíaco, o puede instalarse de forma lenta, como en los casos de hipertensión arterial por muchos años, que provoca constante y prolongado estrés al corazón.

Causas

La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón ya no puede desempeñar una o ambas funciones eficientemente. La insuficiencia cardíaca puede entonces ser del corazón izquierdo, derecho o de ambos.

Como ya se ha dicho, el corazón se compone básicamente de los músculos. Cualquier situación que provoque pérdida de fuerza del músculo cardíaco dará como resultado la insuficiencia cardíaca.

Infarto agudo de miocardio

La principal causa de insuficiencia cardíaca es la isquemia cardíaca o el infarto de miocardio.

Infarto significa muerte tisular, que en el caso del corazón se refiere al músculo cardíaco. Por lo tanto, cuanto más extenso sea el infarto, más fibras musculares morirán y, consecuentemente, más débil quedará el corazón. Si el infarto necrosar una gran área, el paciente puede incluso morir por fallo agudo de la bomba cardíaca, lo que se denomina insuficiencia cardíaca aguda.

La insuficiencia cardíaca también puede desarrollarse lentamente en los pacientes con enfermedad isquémica. El paciente puede sufrir varios pequeños infartos a lo largo de los años – con o sin síntomas claros – provocando un progresivo acúmulo de tejido cardíaco necrosado e insuficiente.

En estos casos, la insuficiencia cardíaca se instala de forma más lenta y progresiva, lo que se denomina insuficiencia cardíaca crónica.

Hipertensión arterial

Otra causa común de insuficiencia cardíaca es la hipertensión arterial no controlada adecuadamente.

Cuando el paciente presenta una presión arterial elevada, el corazón necesita hacer más fuerza para vencer la resistencia de los vasos sanguíneos y distribuir la sangre por el cuerpo.

Así como ocurre con cualquier músculo que se expone a un estrés frecuente, la pared de los ventrículos comienza a crecer y hacerse más fuerte, un proceso llamado hipertrofia cardíaca.

Lo que parece ser algo bueno es en realidad la fase precoz de una insuficiencia cardíaca. El tipo de hipertrofia del corazón que ocurre en la hipertensión arterial es diferente de la que ocurre en los atletas que poseen el corazón más fuerte.

En la figura siguiente se observa que el corazón hipertrofiado por la hipertensión presenta las paredes más gruesas y, por lo tanto, menos espacio para que el ventrículo se llene de sangre. A pesar de estar más musculoso, el corazón se llena menos y por eso bombea menos sangre a cada contracción.

Esta es la fase de insuficiencia cardíaca diastólica, es decir, el corazón no puede llenarse en la diástole, período de relajación del corazón que ocurre entre las sístoles (contracciones cardíacas).

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Como quien manda la sangre al cuerpo es el ventrículo izquierdo, él es quien más sufre con las presiones arteriales elevadas. Cuando realizamos un ecocardiograma, la primera señal de sufrimiento cardíaco por la hipertensión arterial es la hipertrofia del ventrículo izquierdo.

Esta fase precoz de la insuficiencia cardíaca es el momento ideal para que el tratamiento médico sea instituido, pues aún hay posibilidad de reversión del cuadro.

Si la hipertensión no se trata y permanece alta por años, el corazón sufrirá hasta el punto en que ya no se puede hipertrofiar.

Imagina una banda elástica que tiras todo el tiempo. Eventualmente, pierde su elasticidad y se afloja. Esto es más o menos lo que le sucede al corazón. Después de mucho tiempo de estar bajo estrés, el músculo cardíaco comienza a estirarse y el corazón se vuelve dilatado y débil.

En esta fase dilatación cardíaca tenemos un músculo con poca capacidad de contracción y un corazón que ya no consigue bombear la sangre adecuadamente, pasando a presentar lo que llamamos insuficiencia cardíaca sistólica.

Enfermedad de las válvulas cardíacas

Otra causa común de insuficiencia cardíaca son las enfermedades de las válvulas del corazón.

Siempre que una válvula cardíaca presenta algún cambio, sea congénita o adquirida durante la vida, como en los casos de endocarditis, fiebre reumática, calcificación de las válvulas, etc., el corazón empieza a tener dificultades para bombear la sangre, iniciándose el proceso de dilatación similar al de la hipertensión.

Miocarditis

La miocarditis es la inflamación del miocardio, el músculo cardíaco. La miocarditis grave debilita el corazón y reduce su capacidad de bombeo.

La miocarditis puede ser causada por una infección viral, reacción a un medicamento o formar parte de una afección inflamatoria más generalizada.

Factores de riesgo

Hay varias otras enfermedades que causan insuficiencia cardíaca, casi todas provocan de alguna manera enfermedad isquémica cardíaca o debilitamiento derecho del músculo cardíaco.

Los principales factores de riesgo son:

  • Tabaquismo
  • Diabetes
  • Obesidad
  • Alcoholismo
  • Anemia crónica
  • Uso de drogas
  • Enfermedades autoinmunes como lupus
  • VIH / SIDA
  • Amiloidosis
  • Sarcoidosis
  • Infecciones virales
  • Enfermedades pulmonares
  • Tromboembolismo pulmonar

Síntomas

Los síntomas de la insuficiencia cardíaca dependen de la cámara más afectada y de la gravedad del cuadro. La disfunción del corazón es, la mayoría de las veces, un cuadro progresivo y lento.

Los principales síntomas de la insuficiencia cardíaca son:

  • Falta de aire y cansancio a los esfuerzos.
  • Falta de aire al acostarse.
  • Hinchazón (edema) en las piernas, en los tobillos y en los pies.
  • Latidos rápidos o irregulares.
  • Reducida tolerancia al ejercicio.
  • Mayor necesidad de orinar durante la noche.
  • Hinchazón de tu abdomen (ascitis).
  • Falta de apetito y náusea.
  • Edema agudo del pulmón.

Falta de aire (disnea)

La falta de aire, llamada disnea, suele ser un síntoma que va a agravarse a lo largo del tiempo. Inicialmente, el paciente siente cansancio y falta de aire solamente para esfuerzos grandes. Más tarde, la dificultad para respirar comienza a ocurrir con esfuerzos medios o incluso mínimos.

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En las fases avanzadas de la enfermedad, el paciente puede cansarse con tareas simples, como bañarse y peinar el cabello. En etapas finales, el paciente tiene intensa falta de aire y necesita oxígeno incluso estando en reposo.

Edema pulmonar

La incapacidad de bombear la sangre a los tejidos causa acumulación de líquidos en los pulmones. La sangre que sale de los pulmones no logra llegar eficientemente al corazón porque no puede bombear la sangre que ya se encuentra dentro de él.

Esta lentitud en el flujo pulmonar causa extravasación de líquidos, un cuadro llamado de congestión pulmonar. Por esta razón, la enfermedad es frecuentemente llamada insuficiencia cardíaca congestiva.

En casos graves, el paciente puede desarrollar edema pulmonar, que es una urgencia médica. En ese cuadro, el paciente tiene tanta agua en el tejido pulmonar, que parece ahogarse.

Disnea paroxística nocturna

Otro síntoma típico de la insuficiencia cardíaca es la disnea paroxística nocturna, que es una falta de aire que surge solamente cuando el paciente se acuesta.

Cuando se acuesta, la sangre que está en las piernas deja de sufrir interferencia de la gravedad y consigue volver más fácilmente al corazón y a los pulmones.

Si tenemos un corazón izquierdo débil y aumentamos la cantidad de sangre que llega a los pulmones, acabamos por favorecer el surgimiento de congestión pulmonar. Por eso, muchos pacientes con insuficiencia cardíaca no toleran quedarse mucho tiempo acostado. Algunos necesitan dormir con más de una almohada, para mantener siempre el tronco más alto que el resto del cuerpo, disminuyendo así la cantidad de sangre que retorna a los pulmones por el lado derecho del corazón.

Retención de líquidos y edemas

Cuando el corazón izquierdo comienza a no poder bombear sangre de manera eficiente, los riñones comienzan a recibir menos sangre de la que necesitan. Los riñones interpretan esto como una caída en el volumen de sangre del cuerpo y comienzan a retener agua y sal para tratar de llenar las arterias.

El resultado final es un exceso de agua en el organismo, que se traduce con la aparición de edemas (hinchazón), principalmente en las piernas.

Si también hay insuficiencia del corazón derecho, estos edemas son aún mayores, pues además del exceso de agua, el ventrículo derecho no logra que la sangre de las piernas llegue a los pulmones. Se produce entonces un gran estancamiento de sangre en los miembros inferiores y la aparición de voluminosas hinchazones en las piernas.

Dependiendo del grado de disfunción cardíaca, puede haber edemas hasta el vientre, llamado de ascitis.

Síndrome cardiorrenal

En etapas avanzadas, la insuficiencia cardíaca puede provocar una prolongada reducción del aporte de sangre a los riñones, lo que provoca insuficiencia renal.

Inicialmente, con el aumento de la retención de agua, el cuadro es corregido temporalmente. Con el paso del tiempo, sin embargo, el aumento del volumen de líquidos en el cuerpo tiende a sobrecargar aún más los pulmones y el corazón.

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La aparición de insuficiencia renal provocada por la insuficiencia cardíaca se denomina síndrome cardiorrenal.

Arritmias cardíacas

Los corazones dilatados también presentan trastornos en la conducción eléctrica y son más susceptibles a arritmias. Una de las consecuencias de la insuficiencia cardíaca grave puede ser la muerte súbita por fibrilación ventricular, que es arritmia maligna equivalente a un paro cardíaco.

Grados de la insuficiencia cardíaca

La clasificación de la New York Heart Association (NYHA) proporciona una manera simple de clasificar el grado de la insuficiencia cardíaca. Se clasifica a los pacientes en una de las cuatro categorías basándose en sus limitaciones durante la actividad física.

Clasificación de NYHA – Grados de la insuficiencia cardíaca:

  • Clase I: sin síntomas y sin limitación en la actividad física habitual (caminar, subir escaleras o realizar pequeños esfuerzos).
  • Clase II: leve falta de aire durante las actividades físicas usuales.
  • Clase III: marcada limitación de las actividades debido a la falta de aire, incluso durante una actividad de pequeña intensidad, como, por ejemplo, caminar distancias cortas (20 a 100 m). Confortable solamente en reposo.
  • Clase IV: limitaciones severas. El paciente presenta una falta de aire mientras está en reposo. La mayoría queda restringida a la cama durante todo el día.

Diagnóstico

Los cuadros de insuficiencia cardíaca avanzada son fácilmente perceptibles a través del examen físico del paciente, pues los síntomas son muy típicos.

En general, la confirmación del diagnóstico se realiza a través de exámenes de imágenes, principalmente a través del ecocardiograma, una especie de ecografía del corazón, que es capaz de proporcionar varias informaciones sobre la estructura cardíaca y su grado de funcionamiento.

La radiografía de tórax es un examen simple, que puede mostrar la existencia de un corazón dilatado y líquido en los pulmones.

Paula Rojas Hormazábal

Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.