La elección de un catéter venoso periférico adecuado a las necesidades diagnósticas, terapéuticas y de confort del paciente ayuda a tener mejores resultados, incluso mejora los resultados de instalación del mismo mediante la técnica de venopunción.
¿Qué es un catéter ?
Un catéter es un dispositivo médico en forma de tubo estrecho y alargado que se introduce en un tejido o una vena para distribuir o extraer líquidos del cuerpo. Los catéteres pueden ser utilizados para la inyección prolongada de fármacos o soluciones, el drenaje de líquidos, o el acceso de otros instrumentos médicos.
¿Por qué se llama catéter venoso periférico ?
El término “catéter venoso periférico” se refiere a un tubo largo y flexible que se inserta debajo de la piel del pecho hacia una vena, y cuya punta se coloca en una vena grande justo encima del corazón. El tubo puede ramificarse en dos o tres extremos afuera de la piel, a los que se les llama lúmenes. Se le llama “periférico” porque se inserta en una vena periférica, es decir, una vena que se encuentra en la periferia del cuerpo, en lugar de una vena central como la vena cava superior o inferior.
Indicaciones de uso
Scalp Vein: se utilizan en pediatría, y en adultos en aquellos casos en que los accesos venosos son dificultosos. Cuando la solución a perfundir tiene poca capacidad irritativa. Para extracciones sanguíneas y en tratamiento subcutáneo continuo o intermitente.
Recordemos que la rigidez de aquellas cuya aguja es de acero aumenta el riesgo de lesión intravascular de origen mecánico y aparición de extravasación, por lo cual se recomienda la utilización de las de última generación de material de poliuretano con guía metálica.

Catéter corto con cánula y aguja: su uso está recomendado en caso de urgencia inmediata que precise acceso venoso, tratamientos cortos o intermitentes con fluidoterapia de baja osmolaridad, extracciones sanguíneas, tratamiento subcutáneo y cuando la inestabilidad clínica -no vital- del paciente, requiera el mantenimiento de un acceso venoso disponible.

Catéter corto de gran calibre: son catéteres de grueso calibre que se emplean en caso de perfusión rápida de grandes volúmenes de soluciones de baja capacidad irritativa.
Catéter corto de longitud media: se trata de catéteres de unos 21 cm de recorrido y recomendados en tratamientos de más de 7 días con fluidoterapia de baja capacidad irritativa.

Este tipo de catéteres se ha asociado a tasas de flebitis inferiores a las de los catéteres periféricos cortos y a tasas inferiores de infección con respecto a los catéteres centrales. Quedan implantados en la vena cefálica o basílica profunda, vasos sanguíneos de mayor caudal y calibre, lo cual “per sé” justifica el menor riesgo de aparición de flebitis de origen mecánico y químico.
Catéter P.I.C (catéter central de inserción periférica):
Catéteres largos de unos 60-90 cm y calibre entre 1,2 y 2,1 mm. De implantación central, la inserción se realiza a través de las venas cefálica o basílica del brazo, antebrazo o flexura del codo y más raramente a través de la yugular externa siguiendo técnica estéril. La punta del catéter queda situada en la vena cava superior, por lo que se recomienda para tratamientos de duración de varias semanas o meses, en caso de perfusión de fluidorerapia de alta osmolaridad o elevada capacidad irritante a corto o largo plazo y para control hemodinámico (PVC).

Catéter Venoso Central (C.V.C) Un catéter venoso central, que también se llama vía central, es un tubo largo (sonda), delgado y flexible usado en el área médica para administrar medicamentos, líquidos, nutrientes o derivados de la sangre durante un largo período de tiempo.
Catéter Venoso Central (C.V.C) Consiste en canalizar el vaso venoso con un catéter o cánula larga. Se considera CVC cuando el extremo distal del mismo se ubica en vena cava superior, vena cava inferior o cualquier zona de la anatomía cardiaca también través de venas consideradas centrales: subclavia, yugular y femoral.

Clasificación
Durante la Ejecución
- Preparación del personal.
- Asegurar que todo el material necesario esté a mano.
- Realizar higiene de manos.
- Colocación de guantes.
- Preparación del paciente.
- Identificación del paciente.
- Informar al paciente y/o familia del procedimiento a realizar.
- Fomentar la colaboración del paciente en la medida de sus posibilidades.
- Preservar la intimidad y confidencialidad.
- Colocar al paciente en una posición adecuada.
Criterios de elección del catéter
- Informarse del objetivo diagnóstico y/o terapéutico de la instauración del CVP.
- Estimar tiempo de la terapia intravenosa.
- Considerar la agresividad del tratamiento y tipo de solución a infundir.
- Inspeccionar el tipo y características de venas disponibles (elección de la vena en la canalización de una vía periférica).
- Valorar el grosor del catéter a implantar teniendo en cuenta el calibre de la vena elegida. Cuando el catéter es grueso comparado con el calibre de la vena produce daño en la íntima venosa, favoreciendo la aparición de flebitis mecánica y aumentando las molestias al paciente. A menor grosor del catéter se puede prever más tiempo de permanencia de dicho catéter y menor riesgo de extravasación.
- Valorar el flujo de volúmenes a infundir, a menor grosor del catéter más dificultad en el flujo de volúmenes hacia el interior del torrente sanguíneo.
- Valorar complicaciones conocidas anteriores (flebitis y extravasación).
- Seleccionar el catéter con menor riesgo de complicaciones (infecciosas y no infecciosas).
- Evitar el uso de agujas metálicas para administrar fluidos y medicaciones, que pudieran provocar alguna necrosis de tejidos en caso de extravasación.

Paula Rojas Hormazábal
Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.
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