Radiaciones ionizantes

Las  radiaciones ionizantes son aquellas que provocan una serie de enfermedades profesionales en en los trabajadores, que por su gravedad pueden considerarse agudos o crónicos, pudiendo afectar de forma específica a un órgano o sistema, pero también es probable que se pueda comprometer a varios órganos al mismo tiempo. Los trabajadores que corren el riesgo de estar expuestos a este tipo de radiación, son aquellos que durante el desarrollo de sus actividades rutinarias, se encuentran en contacto directo con fuentes que emiten este tipo de radiación, así como cuando hacen uso de radiaciones ionizantes y no ionizantes, las cuales pueden causar un daño celular, el cual depende básicamente del tipo de agente al que estuvo expuesto.

Enfermedades profesionales

Por su naturaleza se trata de enfermedades profesionales causadas por radiaciones ionizantes, cuyas consecuencias se manifiestan en daños, enfermedades y secuelas que presenta un trabajador a causa de haber estado expuesto de manera directa a este tipo de radiaciones, mientras desempeñan su trabajo habitual,  lo cual se manifiesta en la presencia de cierto tipo de alteraciones, donde existe evidencia médica sobre la naturaleza de estas afecciones, que demuestran los efectos producidos en un trabajador, que van desde lesiones celulares o la pérdida de la capacidad reproductiva, hasta la presencia de un cáncer.

Fuentes que producen radiaciones

Todos aquellos trabajadores que corran el riesgo de recibir dosis superiores a un décimo de cualquiera de los límites anuales establecidos para este tipo de radiaciones, se les considera personal expuesto, donde los que más riesgo corren son los trabajadores de la salud que laboran en ciertas áreas como radiodiagnóstico, radioterapia o también aquellos que laboran en la extracción y tratamiento utilizando materiales radioactivos, así como aquellos que se desempeñan en la fabricación de equipos médicos destinados para radioterapia, o que laboren en las industrias que utilicen rayos X y sustancias radioactivas. Recordar que una radiación se considera peligrosa, cuando esta es emitida por una fuente artificial, con valores mayores a 360 mrem.
 
Además se debe precisar que las fuentes de radiación ionizante también contempla a equipos generadores de radiación mientras que otras solo se presentan como fuentes, las cuales podrían ser a su vez abiertas o selladas, donde si se hace referencia a una fuente radioactiva abierta se refiere a aquella que puede provocar una contaminación de doble efecto, es decir tanto interna como externa, mientras que en el caso de una fuente sellada, esta no representa riesgo significativo de contaminación, sino mas bien riesgo de irradiación externa.
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Sintomatología

Cuando un trabajador se encuentra expuesto a una fuente de radiación ionizante, suele presentar una serie de efectos localizados, como por ejemplo en la piel, que puede llegar a hacer desaparecer las huellas digitales de los dedos, también puede desaparecer el vello que hay en las manos, también se experimenta debilidad de las uñas, presencia de un cuadro de radiodermatitis crónica que se presenta cuando la radiación alcanza los 20 a 30 Gy, lo cual provoca sequedad de la piel, parestesias, dolor, prurito, llegando incluso a desaparecer las líneas en las palmas de las manos. Si la dosis de radiación sobrepasa los 40 Gy pueden producir grietas dolorosas en la piel, así como un cuadro de hiperqueratosis focal. Para dosis superiores a 50 Gy en el área lesionada podría presentarse un carcinoma cutáneo por radiación. 
 
Si en caso la radiación se produce en la región abdominal, se produce la alteración en la motilidad intestinal y en la secreción de jugos gástricos, funciones que se interrumpen de forma transitoria o permanente, pudiendo provocar ulceraciones que pueden provocar infecciones localizadas. Por su parte la irradiación gonadal, no produce esterilidad como muchos piensan, amenos que la exposición sea demasiado exagerada, lo cual afectaría al trabajador en este sentido pero a largo plazo.
En caso que la radiación afecte  tórax y pulmones, puede presentarse un cuadro de neumonitis y posterior fibrosis pulmonar, que se manifiesta después de 7 a 15 semanas de la exposición, lo cual se le conoce como neumonitis por radiación, que se caracteriza por la presencia de tos, disnea y febrícula, lo cual sin embargo de tratarse adecuadamente se cura en algunas semanas. 
 
También se debe indicar que la radiación ionizante puede provocar efectos oculares, como la opacidad del cristalino, que incluso puede llegar a formarse cataratas. Asimismo se puede provocar trastornos en las funciones renales, presentando cuadros de nefroesclerosis, que puede desencadenar incluso una insuficiencia renal, pero también a nivel de la tiroides puede provocar un cuadro de hipotiroidismo.
 
Por tanto se puede decir, que si un trabajador sufre una exposición a un nivel alto de radiación, su salud se verá seriamente comprometida, ya que los síndromes se manifiestan a nivel del cerebro con la presencia de síntomas atípicos, que en principio no se puede determinar su origen, con síntomas de fiebre intensa, cefalea, hipotensión, náuseas, vómito y diarrea frecuente, lo cual se presenta de manera casi inmediata, tan solo después de 30 minutos después de la exposición, mientras que si la dosis de radiación se encuentra en el rango de 50 a 100 Gy. podría provocar la muerte del trabajador en tan solo 1 a 2 días, ya que las lesiones en todo el cuerpo serían irreversibles y se verían comprometidos muchos órganos vitales. 

Prevención de enfermedades

Las medidas de contingencia para prevenir las exposiciones a fuentes de radiaciones ionizantes son controlar y prevenir que una persona se encuentre expuesta en el radio de acción de las fuentes de radiación, y en todo caso se debe tratar que las dosis recibidas por los trabajadores expuestos se mantengan por debajo de los límites de dosis establecidos.

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El personal debe prestar una especial atención a todas las medidas de protección radiológica, que buscan prevenir la exposición a radiaciones, para lo cual se debe realizar una evaluación previa del riesgo radiológico mientras se desarrollen actividades que impliquen el uso de radiaciones ionizantes.

Se debe desarrollar una clasificación radiológica de todos los trabajadores que por sus actividades puedan resultar vulnerables a este tipo de afectaciones, siendo objeto de un riesgo radiológico, pero también se deberá realizar dicha clasificación de los lugares de trabajo de acuerdo a los niveles de radiación y de contaminación que se proveen, producto del desarrollo de una determinada actividad. Finalmente se debe concientizar a que todos los trabajadores cumplan con las normas y medidas de control dispuestas para prevenir este tipo de enfermedades.

Paula Rojas Hormazábal

Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.

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