Tuberculosis enfermedad profesional

La tuberculosis TBC es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria Micobacterium Tuberculosis, bacilo de koch, que afecta principalmente al pulmón; también puede afectar varios órganos, en estos casos se denomina TBC extrapulmonar. Esta bacteria cuenta con un eficiente mecanismo de transmisión de vía aérea de persona a persona; tiene una alta capacidad de desarrollar enfermedad crónica, discapacitante y fatal; especialmente en pacientes afectados por el virus de la inmunodeficiencia humana.

Conocida como la TBC, es una enfermedad muy peligrosa que implica un riesgo ocupacional ya que de acuerdo a recientes cifras al menos un 5% del personal de salud se encuentra expuesto a ser víctimas de un contagio de esta enfermedad, en especial en países en vías de desarrollo. Es decir cada paciente infectado puede tener un potencial considerable de contagiar al personal de salud que lo atiende, donde los factores de riesgo se encuentran en función a la frecuencia de pacientes con tuberculosis atendidos, así como la función que desarrollan y el lugar de trabajo donde el personal de salud se desenvuelve.

Asimismo implica también un alto riesgo cuando se atiende a pacientes que poseen cepas multi resistentes de esta enfermedad, y además cuando las condiciones de trabajo no garantizan la seguridad del personal, lo cual se suele dar en ambientes con sistemas de ventilación deficientes, sin uso de desinfectantes adecuados y también cuando el sistema inmunitario del personal se encuentra debilitado.

Es así como de acuerdo a ciertos estudios realizados en este campo, se ha podido determinar que del total de casos de tuberculosis presentados en personal de salud, al menos un 40% han adquirido la enfermedad en su centro laboral, que pueden ser hospitales o clínicas donde han atendido a pacientes infectados con esta enfermedad. Existen ciertas medidas que se viene promoviendo su implementación con el fin de prevenir este riesgo, dentro de las cuales, se viene considerando una serie de disposiciones administrativas, mejoramiento de infraestructura y establecimiento de procedimientos que permitan que el personal pueda tener la precaución e ser contagiados. Todo esto de alguna manera ha logrado reducir en cierto modo el riesgo de infección en el personal de salud.

De esta manera el riesgo de tuberculosis nosocomial se ha convertido en un problema de cuidado, que el personal de salud viene siendo los principales afectados, aunque también estos casos se ha extendido hacia otros pacientes, que también son contagiados a causa de que estos nosocomios no cuentan con una adecuada infraestructura, ni con procedimientos de prevención efectivos, por lo que tanto pacientes como personal de salud son las potenciales víctimas de ser infectados por  contagio de pacientes con TBC, quienes eliminan el agente de la TBC al ambiente mediante la tos, el estornudo, o a través de acto de escupir, cantar o incluso mediante una simple conversación.

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Todas estas gotas que se liberan al ambiente posteriormente tienden a evaporarse de manera rápida, convirtiéndose luego en aerosoles de partículas pequeñas, que por su diminuto tamaño de unos 3 µm, se mantienen en suspensión y se transportan fácilmente por el flujo del aire ambiental, a través de los ambientes o instalaciones donde se produjo la liberación de estos peligrosos líquidos, poniendo en serio riesgo al personal que se encuentre presente en estos ambientes. El diminuto tamaño de estas partículas hace que lleguen fácilmente a los alvéolos pulmonares, por lo que el riesgo de transmisión se incrementa en los ambientes mal ventilados, ya que en estos lugares existe una concentración de este tipo de aerosol.

Respecto a este condición patológica como enfermedad, la tuberculosis, se puede decir que la Tuberculosis pulmonar es una infección bacteriana muy contagiosa cuyos efectos comprometen a los pulmones, con el serio riesgo de propagarse a otros órganos del paciente. esta enfermedad es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosum, y como ya se mencionó se puede adquirir mediante la inhalación de diminutas gotitas de agua que se generan producto de la tos o estornudo de otra persona infectada, dándose como resultado una infección pulmonar conocida como una tuberculosis primaria.

El riesgo de contraer la tuberculosis aumenta cuando una persona se encuentra en un ambiente donde existen personas que padecen esta enfermedad, o cuando se vive en lugares donde no se ejercen las prácticas mínimas de higiene, y que por el contrario son lugares donde predomina la insalubridad o hacinamiento. resultando también peligroso cuando una persona sufre de desnutrición o de ciertas enfermedades que comprometen el sistema inmunológico, como el VIH, ya que estos casos al disminuir las defensas naturales del organismo, se crea las condiciones propicias para el desarrollo y la permanencia de esta enfermedad. Pero como ya se mencionó, resulta peligroso para los médicos y enfermeras que atienden a pacientes infectados con la enfermedad, por lo que también se le considera una enfermedad ocupacional.

Síntomas

Cuando la enfermedad se encuentra en la fase primaria, la tuberculosis no presenta síntomas evidentes, sin embargo cuando estos síntomas se hacen visibles, puede presentarse en la víctimas dificultades respiratorias, presencia de tos con presencia de flema, fiebre, fatiga, expectoración acompañada de sangre, sudoración excesiva, pérdida del peso corporal y la presencia de sibilancias durante el proceso de la respiración.

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Medidas de prevención

Para prevenir la tuberculosis, se debe considerar una serie de medidas de prevención, que deben ser seguidas en especial por personas que estén expuestas a una persona infectada. Para esto se suele realizar una prueba cutánea para determinar la presencia de la tuberculosis, que se suele aplicar a todas las personas expuestas, como el personal medico que atiende pacientes infectados en clínicas y hospitales. Si en caso la prueba cutánea sale positiva, significa que ha existido contacto con la bacteria de la TBC, lo cual no implica que se tenga la enfermedad, pero si que se deba consultar al médico, para que realice el tratamiento oportuno.

En ciertos países se suele aplicar una vacuna para prevenir la incidencia de la TBC, esta vacuna BCG supuestamente debería prevenir la tuberculosis, pero su efectividad es hasta cierto punto limitada, por lo que cuando una persona a estado expuesta a la bacteria de la tuberculosis, lo más recomendable es que de todos modos se haga la prueba cutánea, y reciba las indicaciones del personal médico especializado.

El principal factor de riesgo ocupacional de los trabajadores que los hace vulnerables de adquirir Mycobacterium Tuberculosis, está determinado directamente por la exposición a pacientes infectados.
Otros factores son:
Ausencia de protocolos específicos que determinen al ingreso de un trabajador a una institución, los factores de riesgo propios del individuo y los factores  ambientales  a los que se va exponer según el sitio y la función que vaya desempeñar (paraclínicos de ingreso y seguimiento según clasificación de riesgo).
Además la ausencia de  medidas de protección para el personal de salud (Indumentaria: tapabocas de alta eficiencia para el personal expuesto).  
No adecuación de las áreas donde se lleva a cabo la atención de los pacientes sintomáticos respiratorios y así la fácil propagación de la bacteria (zonas pequeñas con alto flujo de pacientes e  inadecuados sistemas de aislamiento de pacientes, además de la ausencia de medidas y/o sistemas de filtración del aire).
Teniendo en cuenta estos factores de riesgo, además de la revisión exhaustiva acerca de la TB en los trabajadores de la salud, la normatividad vigente a nivel local y las medidas de salud pública que se han llevado a cabo en instituciones de salud de otros países, podemos determinar algunas medidas efectivas que puedan disminuir el número de casos de infección por el MBT en personal del área de la salud. 

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Control Ambiental:
Mejorar la ventilación de aquellas áreas donde se atienden los enfermos con tuberculosis ya sea en forma natural (mediante la presión negativa que logre mantener un flujo de aire desde el exterior hacia el interior atravesando dicha área y saliendo a través de extractores o ventanas abiertas) o en forma mecánica como la utilización de ventiladores de ventana que garantice el flujo de aire a través del recinto; sistemas cerrados de filtración y recolección, sistemas de extracción mecánica.
Radiación ultravioleta germicida, filtros HEPA los cuales pueden ser portátiles o adheridos a pisos y techos, incluso adaptando mecanismo de extracción hacia el exterior.

Control Individual:
Al ingreso del trabajador a la institución de salud: un protocolo que permita establecer un  adecuado control de su estado de salud al ingreso y revisiones periódicas de acuerdo  a la  función que vaya a desempeñar en su lugar de trabajo.
Protección Respiratoria Personal: utilización de respiradores para partículas < 1 micra = Mascarilla de alta eficiencia N95 para el personal de salud expuesto. Así también realizar lavado de manos y uso de EPP completo constante.

Paula Rojas Hormazábal

Instructora en Primeros Auxilios, RCP y DEA. Técnico en Enfermería de Nivel Superior. Experto Técnico en Prevención de Riesgos. Heartsaver CPR /AED/ First-Aid Heart Center, National CPR Foundation. Cursos de Especialización en Harvard University, Medical School, Estados Unidos. Colegiada en Colegio Nacional Paramédico y TENS de Chile.